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El sabor amargo de la fruta: genealogía de la violencia y el extractivismo en Colombia Arte, memoria y complicidad En un país donde la cultura y la barbarie han crecido entrelazadas,  los artistas funcionan como arqueólogos de una verdad que el poder insiste en enterrar.   La superficie seductora del capitalismo tardío En 1967, cuando Andy Warhol transformó un banano en símbolo del pop art para la portada de The Velvet Underground & Nico , realizó—sin saberlo—una operación conceptual de una brutalidad extraordinaria. Al convertir la fruta tropical en mercancía estética, en objeto de contemplación despolitizada, Warhol consumó la alquimia perfecta del capitalismo tardío: la transmutación de la historia en superficie, del dolor en placer visual, de la explotación en consumo. Esta operación no fue meramente artística; fue epistémica. El banano de Warhol encarna la lógica del fetichismo de la mercancía que Marx había diagnosticado un siglo antes: los objetos que consumimos en ...
  Cómo las imágenes moldean nuestra realidad De las cavernas a Instagram: la historia oculta de la manipulación visual Cada imagen que vemos ha sido diseñada para influir en nosotros. Desde las pinturas rupestres hasta los memes de TikTok, ninguna representación visual es inocente. Detrás de cada fotografía, cada video, cada ilustración, hay una intención que busca dirigir nuestra mirada y, con ella, nuestras decisiones. Piense en la última vez que compró algo después de ver un anuncio. O en cómo se sintió al ver las imágenes de una noticia en televisión. O en por qué eligió hacer clic en cierto contenido de sus redes sociales. En todos esos momentos, usted no estaba simplemente "viendo": estaba siendo dirigido por alguien que comprende perfectamente el poder de las imágenes. Esta manipulación visual no es nueva. Tiene miles de años y ha evolucionado hasta convertirse en la herramienta más poderosa para moldear sociedades enteras. Los primeros filtros de la historia En ...
  Botero: Una Reflexión Sobre Arte, Poder y Memoria Treinta años después del escándalo del Proceso 8000, Colombia sigue fingiendo que el arte y el dinero sucio jamás se tocaron. La evidencia está ahí, documentada en expedientes judiciales, pero preferimos mirar hacia otro lado mientras aplaudimos en galerías y museos. Fernando Botero Zea fue condenado en 1995 por enriquecimiento ilícito. Los hechos son claros: como ministro de Defensa de César Gaviria, Botero Zea recibió dineros del Cartel de Cali para financiar la campaña presidencial de Ernesto Samper. La Fiscalía lo estableció, los tribunales lo confirmaron. No es una teoría conspirativa sino un hecho judicial verificable en cualquier archivo. Sin embargo, tres décadas después, Botero Zea sigue siendo una figura respetada en el mundo del arte colombiano. Administra el legado de su padre, participa en eventos culturales oficiales y nadie parece recordar su pasado. ¿Cómo es posible? La respuesta tiene que ver con algo que conoc...
El Hueco: la estética del colapso y la ceguera reiterada El Hueco , de Santiago Reyes Villaveces, presentado en la Galería Santa Fe durante la XIII edición del Premio Luis Caballero, ha sido celebrado por su fidelidad con la materialidad del paisaje urbano bogotano, por su gesto de desestabilizar el espacio expositivo y volver visible la fragilidad del entorno construido. La instalación transporta literalmente fragmentos de la calle deteriorada al interior aséptico de la galería, creando una experiencia sensorial que obliga al espectador a confrontar básicamente las condiciones precarias de la infraestructura urbana. Sin embargo, es precisamente desde esta celebración aparentemente crítica de la ruina, del hueco como metáfora del abandono institucional, donde se abre un espacio para una reflexión más incisiva sobre los límites y complicidades del arte contemporáneo. La trampa de la representación contemplativa. La obra de Reyes Villaveces produce una sensación de inestabilidad conce...
  LA DIGESTIÓN ESTÉRIL: CRÍTICA AL CONSUMO CULTURAL EN LA ERA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Resulta verdaderamente fascinante —y a la vez profundamente perturbador— contemplar la naturalidad con que la sociedad contemporánea ha normalizado el consumo como estado existencial. Lo que presenciamos no es simplemente un intercambio económico o cultural, sino la institución de un metabolismo colectivo patológico que devora sin discriminación lo que se le presenta, para luego evacuar con alivio y continuar indefinidamente este ciclo de vacuidad. Entre la ingesta compulsiva y la defecación aliviadora, hemos eliminado sistemáticamente el espacio para la verdadera digestión —aquella transformación alquímica que convertiría lo consumido en verdadera nutrición intelectual o espiritual. El resultado es una sociedad que traga sin masticar y expulsa sin asimilar, un organismo cultural enfermo cuya única función parece ser la de servir como conducto para un flujo interminable de contenido despro...
  Receta Gourmet de la Precariedad: El Estofado de la Corrupción Edición Especial: ¡Se Cayó la Reforma Laboral! Ingredientes: 300 g de Impunidad: Recolectada meticulosamente de contratos invisibles y acuerdos clandestinos. Esta variedad premium permite saltarse responsabilidades con la misma facilidad con que un político olvida sus promesas de campaña. 200 g de Desigualdad: Finamente molida para garantizar su perfecta distribución inequitativa. Tan pulverizada que ni el sindicato más aguerrido logra reunir sus fragmentos bajo la justicia social. 100 ml de Favoritismo: Extraído mediante destilación artesanal de oscuros brebajes políticos. Este elixir exclusivo solo puede ser saboreado sin consecuencias por aquellos que poseen el paladar privilegiado del nepotismo. Un puñado de "Muertos": No fantasmas ordinarios, sino remembranzas irónicas de haciendas explotadoras y batallas obreras olvidadas que tiñen nuestra historia laboral de un rojo que todos fingen no ver. 50...
Juego sucio en el sistema de salud: La connivencia entre EPS y farmacéuticas bajo la sombra de la Ley 100 La denuncia de la Superintendencia de salud sobre el acaparamiento de medicamentos por parte de gestores farmacéuticos, (Audifarma), no es solo un reclamo coyuntural: es el síntoma de un sistema de salud colombiano enfermo, diseñado para priorizar el lucro sobre la vida. Desde la implementación de la Ley 100 en 1993, la salud en Colombia se convirtió en un negocio, donde las EPS intermediaron entre el derecho fundamental a la salud y los intereses económicos de conglomerados farmacéuticos, clínicas privadas y grupos políticos. La reciente crisis de desabastecimiento, lejos de ser un fenómeno aislado, revela una estrategia perversa para sabotear cualquier intento de reforma que amenace sus ganancias.   Petro no se equivoca al señalar que no hay escasez real, sino un acopio calculado. El hallazgo de medicamentos almacenados en bodegas de Audifarma, mientras pacientes mueren ...